En el año de 1771 conoció a un mercader danés llamado Franz Kolmer, quien lo introdujo en las prácticas mágicas de Egipto y las doctrinas antirreligiosas de los maniqueos, provocando en la mente del joven Weishaupt un espíritu anarquista y poco tolerante para con la religión.
Sus inquietudes ideológicas le llevaron a ingresar en la masonería, saliendo poco después, decepcionado con lo que consideraba simples reuniones sociales. Decidió fundar su propia orden en 1776, basándose en lo que había visto en los jesuitas y la masonería, llamándola primero como "Los Perfectibilistas" y más tarde como "Los Iluminados de Baviera" (Illuminati), que es como conocemos a la orden hoy en día. Weishaupt tomó el sobrenombre de Spartacus, ya que se decía ser un libertador de la conciencia humana, arrebatando al hombre de los dogmas y las religiones que lo esclavizaban.
“En un momento, sin embargo, cuando no había fin de hacer juego y de abusar de las sociedades secretas, pensaba hacer uso de esta flaqueza humana de un objetivo real y digno, en beneficio de las personas. Yo quería hacer lo que los jefes de las autoridades eclesiásticas y seculares deberían haber hecho en virtud de su oficio”. Adam Weishaupt
"La salvación no está allí donde los tronos fuertes son defendidos por la espada, donde el humo de los incensarios asciende al cielo o donde miles de hombres fuertes miden con pasos los ricos campos de la cosecha. La revolución que va a producirse será estéril si no es completa." Adam Weishaupt
"No he traído Deísmo a Baviera desde Roma. Lo encontré aquí, en gran vigor, más abundante que en cualquiera de los Estados protestantes vecinos. Me siento orgulloso de ser conocido por el mundo como el fundador de los Illuminati". Adam Weishaupt.
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